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Zacarías 7:1
Un día, en diciembre, Dios le habló al profeta Zacarías.
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Zacarías 7:2
La gente de Betel mandó a Sarezer, Regem-Melec y otros hombres para preguntarle algo a Dios.
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Zacarías 7:3
Le dijeron al sacerdote y a los profetas, “¿Debemos seguir llorando en el quinto mes, como lo hemos hecho durante muchos años?”
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Zacarías 7:4
Entonces Dios le dio un mensaje a Zacarías.
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Zacarías 7:5
Dios dijo, “Dile a la gente y a los sacerdotes esto: Cuando ayunaban y lloraban en el quinto y el séptimo mes durante esos setenta años, ¿realmente lo hacían por mí?”
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Zacarías 7:6
“Y cuando comieron y bebieron, ¿no lo hicieron solo por ustedes mismos?”
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Zacarías 7:7
“¿No deberían haber escuchado las palabras de los profetas que predicaban cuando Jerusalén estaba tranquila y rica, junto con sus alrededores, el Néguev y la Tierra Baja?”
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Zacarías 7:8
Dios le dio otro mensaje a Zacarías.
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Zacarías 7:9
Dios dijo, “Haz justicia verdadera, muestra compasión y bondad unos a otros.”
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Zacarías 7:10
“No opriman a la viuda ni al huérfano, ni al extranjero ni al pobre. Y no piensen mal en sus corazones unos con otros.”
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Zacarías 7:11
Pero la gente no quiso escuchar; dieron la espalda y taparon sus oídos.
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Zacarías 7:12
Hicieron sus corazones duros como piedra, así no podrían escuchar las enseñanzas y palabras que Dios había enviado por su Espíritu a través de los profetas antiguos. Entonces vino una gran ira de Dios.
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Zacarías 7:13
Como no escucharon cuando Dios llamó, Dios no los escuchó cuando ellos llamaron.
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Zacarías 7:14
Dios los dispersó con un torbellino entre todas las naciones que ellos no conocían. La tierra quedó desolada detrás de ellos, sin nadie que la cruzara. Así arruinaron la tierra placentera.
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