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Nahúm 2:1
¡Cuidado! El enemigo viene como un león, y tenemos que estar preparados para defender nuestra casa.
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Nahúm 2:2
Dios va a ayudar a su pueblo a ser fuerte y feliz otra vez, como un hermoso jardín.
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Nahúm 2:3
Los guerreros de Dios están listos con sus escudos y lanzas brillantes, listos para protegernos.
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Nahúm 2:4
Los carros de guerra están corriendo por las calles, ¡luces rojas y ruedas veloces por todos lados!
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Nahúm 2:5
El jefe llama a sus valientes soldados, pero se tambalean y corren a sus muros para defenderse.
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Nahúm 2:6
Las puertas de la ciudad se abren, y el palacio real se desmorona.
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Nahúm 2:7
La reina es capturada, llora y se lamenta, y sus doncellas también están muy tristes.
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Nahúm 2:8
Nínive es como un estanque que pierde agua, la gente huye diciendo “¡Sálvese quien pueda!”
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Nahúm 2:9
¡Rápido, tomen todo el tesoro! Hay oro y plata en abundancia, ¡no hay fin a las riquezas!
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Nahúm 2:10
Pero ahora la ciudad está vacía, destruida, todo es tristeza y miedo.
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Nahúm 2:11
¿Dónde está ahora la guarida de los leones? Sus cachorros solían jugar allí sin miedo.
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Nahúm 2:12
Los leones solían cazar y llevar comida para sus pequeños, llenando sus cuevas de carne.
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Nahúm 2:13
¡Pero ahora Dios está contra ellos y hará que todo sea consumido por el fuego y las armas se despedacen!