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Miqueas 4

Miqueas 4

  • Miqueas 4:1

    Un día, en el futuro, el monte de Dios será el más alto de todos y todas las personas querrán ir allá.

  • Miqueas 4:2

    Muchas personas dirán: “Vamos, subamos al monte de Dios para que Él nos enseñe Sus caminos y así podamos vivir como Él quiere”.

  • Miqueas 4:3

    Dios será el juez de muchas naciones y resolverá los conflictos. Convertirán sus espadas en palas y sus lanzas en herramientas de jardín. Nadie aprenderá más a pelear.

  • Miqueas 4:4

    Cada uno sembrará en su propio terreno y nadie los asustará. Dios lo ha dicho.

  • Miqueas 4:5

    Aunque otras naciones sigan a sus dioses, nosotros seguiremos a nuestro Dios por siempre.

  • Miqueas 4:6

    Ese día, traeré de vuelta a los inválidos y a los que están lejos, a todos los que sufren.

  • Miqueas 4:7

    Haré de los inválidos un pueblo fuerte, y el Señor reinará sobre ellos en el monte Sión por siempre.

  • Miqueas 4:8

    Y tú, torre del rebaño, lugar fuerte de la hija de Sión, a ti volverá el dominio antiguo, vendrá el reino de la hija de Jerusalén.

  • Miqueas 4:9

    ¿Por qué ahora gritas en voz alta? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer que da a luz?

  • Miqueas 4:10

    Retuércete de dolor y grita, hija de Sión, como mujer que está a punto de dar a luz. Porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, e irás hasta Babilonia; allí serás rescatada, allí te redimirá el Señor de la mano de tus enemigos.

  • Miqueas 4:11

    Ahora muchas naciones se han juntado contra ti; dicen: “Sea profanada y que nuestros ojos vean su derrota”.

  • Miqueas 4:12

    Pero ellos no conocen los pensamientos de Dios ni entienden su plan, que Él los ha juntado como gavillas en la era.

  • Miqueas 4:13

    Levántate y trilla, hija de Sión, porque haré tu cuerno de hierro y tus uñas de bronce; desmenuzarás a muchos pueblos. Consagrarás a Dios su riqueza y sus bienes al Señor de toda la tierra.

  • Miqueas 4:14

    Ahora, fortálécete de baluarte, hija de guerreros, porque el sitio te han puesto; con vara herirán en la mejilla al juez de Israel.