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Miqueas 2:1
¡Ay de los que planean el mal! Se acuestan pensando en cosas malas.
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Miqueas 2:2
Cuando amanece, hacen esas cosas malas porque tienen poder para hacerlo.
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Miqueas 2:3
Si ven un campo bonito, lo toman. Si quieren una casa, la roban. Hacen daño a las personas y les quitan sus hogares.
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Miqueas 2:4
Por eso, el Señor dice: “Estoy planeando un desastre contra esta gente, del que no podrán escapar.”
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Miqueas 2:5
No podrán seguir caminando orgullosos porque va a ser un tiempo terrible.
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Miqueas 2:6
Aquel día, la gente dirá: “Perdimos todo, nuestras tierras están repartidas entre nuestros enemigos.”
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Miqueas 2:7
“No habrá nadie que reparta nuestra tierra entre nosotros porque ya no tenemos amigos.”
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Miqueas 2:8
“Ustedes están diciendo que no debemos profetizar, pero los profetas no deben dejar de hablar.”
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Miqueas 2:9
Mi pueblo al que tanto quiero ha sido tratado injustamente como enemigo.
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Miqueas 2:10
A las mujeres les han quitado sus hogares y a los niños les han robado su herencia.
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Miqueas 2:11
Por eso, les digo a ustedes: “Levántense y váyanse, porque nunca habrá descanso en esta ciudad por culpa de su maldad.”
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Miqueas 2:12
Si alguien llegara con historias falsas y diciendo: “Vengo a profetizarles cosas lindas”, este sería el profeta ideal para ustedes.
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Miqueas 2:13
Pero yo les prometo que voy a reunir a todos ustedes, pueblo de Jacob. Ustedes serán como ovejas en el redil. Haré que vuelvan juntos a casa.