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Jeremías 1

Jeremías 1

  • Jeremías 1:1

    Este es el mensaje de Dios que recibió Jeremías. Jeremías era hijo de Hilcías y vino de una familia de sacerdotes.

  • Jeremías 1:2

    Dios habló a Jeremías cuando Josías era rey de Judá.

  • Jeremías 1:3

    Dios siguió hablando a Jeremías cuando Joacim y Sedequías eran reyes de Judá, hasta que Jerusalén fue destruida.

  • Jeremías 1:4

    Dios dijo a Jeremías:

  • Jeremías 1:5

    Antes de que nacieras, ya te conocía. Antes de que nacieras, te había elegido para que hablaras por mí a todas las naciones.

  • Jeremías 1:6

    Jeremías respondió: “Pero Señor, no sé cómo hablar bien, soy muy joven.”

  • Jeremías 1:7

    Pero Dios le dijo: “No digas que eres muy joven. Tú irás a donde yo te envíe y dirás lo que te mande.”

  • Jeremías 1:8

    No tengas miedo, porque yo estaré contigo para cuidarte”, dice el Señor.

  • Jeremías 1:9

    Luego Dios tocó la boca de Jeremías y le dijo: “He puesto mis palabras en tu boca.”

  • Jeremías 1:10

    Hoy te pongo sobre naciones y reinos para arrancar y derribar, para destruir y arruinar, para construir y plantar.

  • Jeremías 1:11

    Dios preguntó a Jeremías: “¿Qué ves, Jeremías?” Él respondió: “Veo una rama de almendro.”

  • Jeremías 1:12

    Dios le dijo: “Has visto bien, porque yo estoy vigilando que mi palabra se cumpla.”

  • Jeremías 1:13

    Dios volvió a preguntar: “¿Qué ves?” Jeremías respondió: “Veo una olla hirviendo, que se inclina desde el norte.”

  • Jeremías 1:14

    Dios le dijo: “Desde el norte se desatará el desastre sobre todos los habitantes de esta tierra.”

  • Jeremías 1:15

    Voy a llamar a todos los pueblos del norte, sus reyes vendrán y pondrán sus tronos en la entrada de las puertas de Jerusalén.

  • Jeremías 1:16

    Pronunciaré mis juicios contra mi pueblo por su maldad, por haberme abandonado y adorar ídolos hechos por sus propias manos.

  • Jeremías 1:17

    Levántate y diles todo lo que te mande. No tengas miedo de ellos, de lo contrario, te haré temer delante de ellos.

  • Jeremías 1:18

    Hoy te he hecho una ciudad fortificada, una columna de hierro y un muro de bronce para enfrentar a todo el país.

  • Jeremías 1:19

    Lucharán contra ti, pero no te vencerán, porque yo estaré contigo para salvarte y rescatarte”, declara el Señor.