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Isaías 30:1
Dios dice: “¡Ay de estos hijos testarudos que hacen planes sin contar conmigo!”
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Isaías 30:2
Se van a Egipto por ayuda, pero no me piden mi consejo.
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Isaías 30:3
Pero la ayuda de Egipto será inútil y no los salvará.
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Isaías 30:4
Porque aunque sus jefes estén en Zoán y sus enviados lleguen a Hanes,
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Isaías 30:5
todos se avergonzarán porque Egipto no les servirá de nada.
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Isaías 30:6
Este es un mensaje sobre los animales del Néguev: “A través de tierras difíciles, llevan riquezas en camellos.”
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Isaías 30:7
Pero Egipto no les ayudará, porque es un dragón incapaz de hacer nada.
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Isaías 30:8
Dios dice: “Escribe esto para que quede como advertencia.”
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Isaías 30:9
Porque este pueblo es rebelde y no quiere escuchar mis enseñanzas.
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Isaías 30:10
Le dicen a los profetas: “No nos digan lo que es correcto, háblennos cosas agradables.”
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Isaías 30:11
Le dicen a Dios: “Déjanos en paz, ya no queremos saber nada de ti.”
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Isaías 30:12
Pero Dios dice: “Porque ustedes rechazaron mi camino y confiaron en lo falso.”
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Isaías 30:13
Estas iniquidades serán como una pared que se cae de repente.
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Isaías 30:14
Se romperá como una vasija de barro que se quiebra sin dejar pedazos íntegros.
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Isaías 30:15
Dios dice: “En el descanso y la confianza está su fortaleza, pero no quisieron escuchar.”
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Isaías 30:16
Más bien dijeron: “Queremos escapar rápido,” pero sus perseguidores también serán rápidos.
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Isaías 30:17
Mil huirán ante uno solo, y ante cinco huirán hasta quedar desiertos.
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Isaías 30:18
Pero Dios está esperando para ser bondadoso con ustedes, demostrará su amor si lo esperan.
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Isaías 30:19
Porque el pueblo de Sion que vive en Jerusalén ya no llorará, Dios les dará gracia.
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Isaías 30:20
Aunque Dios les dé el pan de la adversidad y el agua de la aflicción, sus maestros no se esconderán más.
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Isaías 30:21
Sus oídos oirán una voz diciendo: “Este es el camino, síganlo.”
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Isaías 30:22
Destruirán sus ídolos de plata y oro, y los echarán como basura.
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Isaías 30:23
Entonces Dios les dará lluvia para las semillas y los campos tendrán buenas cosechas.
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Isaías 30:24
Sus bueyes y asnos comerán un alimento bueno y sabroso.
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Isaías 30:25
En el día de la gran matanza habrá corrientes de agua en cada montaña.
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Isaías 30:26
La luna brillará como el sol y el sol será siete veces más brillante cuando Dios sane a su pueblo.
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Isaías 30:27
Vean, el nombre del Señor viene de lejos, su enojo quema con fuego.
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Isaías 30:28
Su aliento es como una corriente que inunda hasta el cuello.
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Isaías 30:29
Cantarán como en las noches de fiesta y se alegrarán como cuando suben a Jerusalén.
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Isaías 30:30
Dios hará oír su voz majestuosa y mostrará el poder de su brazo.
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Isaías 30:31
Asiria se horrorizará al escuchar la voz de Dios.
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Isaías 30:32
Cada golpe con la vara del Señor será con tamborines y arpas.
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Isaías 30:33
Porque Tofet, el lugar de destrucción, está preparado para los reyes, y el aliento del Señor como torrente encendido lo avivará.