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Ester 6:1
Esa noche, el rey no podía dormir, así que pidió que le trajeran el libro donde estaban escritos todos los recuerdos de cosas que habían pasado en el reino.
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Ester 6:2
El rey se puso a leer, y entonces se encontró con la historia de cómo Mardoqueo había avisado de un malvado plan para hacerle daño al rey.
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Ester 6:3
El rey preguntó: “¿Qué se hizo para agradecerle a Mardoqueo por esto?” Y sus ayudantes respondieron: “No se hizo nada.”
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Ester 6:4
Al día siguiente, Amán estaba en el patio esperando para hablar con el rey. El rey dijo: “¿Quién está en el patio?” Y le respondieron: “Es Amán.”
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Ester 6:5
El rey dijo: “Que entre.” Amán entró, y el rey le preguntó: “¿Qué se debe hacer para honrar a un hombre a quien el rey quiere honrar?”
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Ester 6:6
Amán pensó que el rey estaba hablando de él, así que dijo: “Deben vestirlo con ropa real, ponerle una corona y pasearlo en un caballo del rey.”
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Ester 6:7
Amán continuó: “Que alguien importante pasee al hombre por la ciudad y diga: ‘¡Así se hace con quien el rey quiere honrar!’
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Ester 6:8
Entonces el rey dijo a Amán: “¡Haz todo eso que dijiste, pero hazlo con Mardoqueo!
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Ester 6:9
Amán tuvo que llevar a Mardoqueo por toda la ciudad montado en el caballo y diciendo: ‘¡Así se hace con quien el rey quiere honrar!’
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Ester 6:10
Después de esto, Mardoqueo volvió a la puerta del rey. Y Amán se fue a su casa muy triste y con la cabeza cubierta.
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Ester 6:11
Amán habló con su esposa y sus amigos, y ellos le dijeron: “Si Mardoqueo es uno de los judíos, no podrás hacerle daño.”
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Ester 6:12
Mientras hablaban, llegaron los oficiales del rey para llevar a Amán rápidamente al banquete que la reina Ester había preparado.