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Esdras 1:1
En el primer año de Ciro, él era el rey de Persia. Dios puso un deseo en su corazón para que cumpliera una profecía. ¡Dios quería que se construyera un templo en Jerusalén!
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Esdras 1:2
El rey Ciro dijo: “Dios del cielo me ha dado todos los reinos de la tierra. Ahora me ha pedido que le construya una casa en Jerusalén.”
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Esdras 1:3
El rey Ciro también dijo: “Si hay alguna persona de Dios en todos mis reinos, ¡que vaya a Jerusalén y construya la casa del Señor!”
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Esdras 1:4
El rey agregó: “Que todas las personas en esos lugares les ayuden con plata, oro, bienes y animales. También, con ofrendas voluntarias para la casa de Dios en Jerusalén.”
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Esdras 1:5
Entonces, los líderes de las familias de Judá y Benjamín, los sacerdotes y los levitas se prepararon para ir a construir la casa del Señor en Jerusalén. ¡Dios los había animado a hacerlo!
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Esdras 1:6
Todos sus vecinos los ayudaron dándoles plata, oro, bienes, animales y regalos valiosos. ¡Les dieron muchas cosas para su viaje!
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Esdras 1:7
El rey Ciro también sacó todos los utensilios de la casa del Señor que Nabucodonosor había llevado de Jerusalén. ¡Eran muchas cosas importantes!
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Esdras 1:8
El rey Ciro le dio esos utensilios a Mitrídates, el tesorero. Luego, Mitrídates los contó y se los dio a Sesbasar, el jefe de Judá.
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Esdras 1:9
Esto es lo que se registró: 30 platos de oro, 1,000 platos de plata, 29 cuchillos,
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Esdras 1:10
30 copas de oro, 410 copas de plata y 1,000 otros utensilios.
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Esdras 1:11
En total, había 5,400 utensilios de oro y plata. Sesbasar llevó todos estos objetos cuando los exiliados regresaron de Babilonia a Jerusalén.
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