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Daniel 10:1
En el tercer año del rey Ciro de Persia, Daniel tuvo una visión y entendió su significado.
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Daniel 10:2
En esa época, Daniel estuvo triste durante tres semanas.
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Daniel 10:3
No comió cosas ricas ni carne, y tampoco bebió vino ni usó perfumes.
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Daniel 10:4
El día veinticuatro del primer mes, estaba cerca del gran río Tigris.
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Daniel 10:5
Daniel levantó los ojos y vio a un hombre vestido de lino, con un cinturón de oro puro.
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Daniel 10:6
Su cuerpo brillaba como una joya, su cara como un rayo, y sus ojos eran como llamas de fuego.
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Daniel 10:7
Solo Daniel vio la visión; los hombres que estaban con él no la vieron pero tuvieron mucho miedo y se escondieron.
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Daniel 10:8
Daniel se quedó solo viendo la visión y sintió mucha debilidad.
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Daniel 10:9
Escuchó una voz que le hablaba y se desmayó, cayendo con su cara al suelo.
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Daniel 10:10
Una mano lo tocó y lo hizo levantarse sobre sus rodillas y manos.
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Daniel 10:11
El hombre le dijo: «Daniel, tú eres muy querido. Levántate y escucha lo que te voy a decir.»
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Daniel 10:12
No tengas miedo, Daniel. Desde el primer día que oraste, Dios escuchó y yo he venido por tus palabras.
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Daniel 10:13
Pero el príncipe del reino de Persia me detuvo por 21 días, hasta que Miguel, uno de los príncipes principales, vino a ayudarme.
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Daniel 10:14
He venido a explicarte lo que sucederá a tu pueblo en los últimos días.
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Daniel 10:15
Mientras hablaba, Daniel bajó la cabeza y quedó sin palabras.
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Daniel 10:16
Él que parecía un hombre tocó los labios de Daniel y pudo hablar diciéndole sus miedos y debilidades.
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Daniel 10:17
Daniel dijo que no tenía fuerzas ni aliento para seguir hablando.
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Daniel 10:18
El hombre lo tocó de nuevo, y Daniel sintió más fuerza.
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Daniel 10:19
Le dijo: «No tengas miedo, eres muy amado. ¡Ten paz, sé fuerte!» Con esas palabras, Daniel se sintió más fuerte.
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Daniel 10:20
Le preguntó si sabía por qué había venido. Luego dijo que pelearía contra el príncipe de Persia y después vendría el príncipe de Grecia.
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Daniel 10:21
Nadie me ayuda en esto, solo Miguel, vuestro príncipe.
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