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2 Crónicas 19:1
¡Hola! Josafat, el rey de Judá, regresó feliz a su casa en Jerusalén después de una batalla.
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2 Crónicas 19:2
Jehú, un profeta, salió a su encuentro y le dijo: “¡Josafat, no es bueno ayudar a los malvados! Dios no está contento con eso.”
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2 Crónicas 19:3
Pero también le dijo: “¡Hay cosas buenas en ti, Josafat! Quitaste los ídolos de los árboles y buscas a Dios de corazón.”
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2 Crónicas 19:4
Josafat siguió viviendo en Jerusalén. Viajó por Judá para animar al pueblo a volver a Dios, el Dios de sus padres.
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2 Crónicas 19:5
Josafat nombró jueces por todas las ciudades fortificadas de Judá.
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2 Crónicas 19:6
Les dijo a los jueces: “Tengan cuidado con lo que hacen, porque no juzgan para el hombre, sino para el Señor.”
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2 Crónicas 19:7
“Tengan respeto a Dios y sean justos, porque el Señor nuestro Dios no tolera la injusticia, ni los favoritismos.”
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2 Crónicas 19:8
También en Jerusalén, Josafat nombró a algunos levitas, sacerdotes y jefes de familias para juzgar en el nombre del Señor y resolver disputas.
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2 Crónicas 19:9
Les dio este mandato: “Obren con fidelidad, con corazón sincero y en reverencia al Señor.”
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2 Crónicas 19:10
“En cualquier disputa que llegue a ustedes, entre hermanos que viven en sus ciudades, juzguen con justicia, así evitarán la ira del Señor.”
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2 Crónicas 19:11
Amarías, el sumo sacerdote, se encargará de ustedes en todo lo referente al Señor, y Zebadías, hijo de Ismael, gobernador de Judá, hará lo mismo en todo lo relacionado con el rey. Los levitas les ayudan también, así que ánimo y actúen con valor. ¡Que el Señor esté con los que hacen lo recto!”
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