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1 Samuel 1:1
Había un hombre llamado Elcana, que vivía en Ramá.
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1 Samuel 1:2
Elcana tenía dos esposas: Ana y Penina. Penina tenía hijos, pero Ana no tenía.
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1 Samuel 1:3
Cada año, Elcana iba a la ciudad de Silo para adorar a Dios y ofrecerle sacrificios.
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1 Samuel 1:4
Un día, Elcana dio porciones del sacrificio a Penina y a sus hijos.
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1 Samuel 1:5
Pero a Ana le dio una porción especial, porque la amaba aunque no tenía hijos.
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1 Samuel 1:6
Penina se burlaba de Ana porque no tenía hijos, y esto la ponía muy triste.
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1 Samuel 1:7
Esto pasó año tras año cuando iban al templo de Dios. Ana lloraba y no quería comer.
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1 Samuel 1:8
Elcana le decía a Ana: “Ana, ¿por qué lloras? ¿No soy yo mejor que diez hijos?”
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1 Samuel 1:9
Un día, Ana se levantó después de comer y fue al templo de Dios a orar.
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1 Samuel 1:10
Ana estaba muy triste y lloraba mientras oraba a Dios.
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1 Samuel 1:11
Hizo un voto: “Oh Dios, si me das un hijo, lo dedicaré a ti para toda su vida.”
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1 Samuel 1:12
Mientras Ana seguía orando, el sacerdote Elí la observaba.
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1 Samuel 1:13
Ana oraba en su corazón y solo movía los labios; Elí pensó que estaba borracha.
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1 Samuel 1:14
Elí le dijo: “¿Hasta cuándo estarás borracha? ¡Deja el vino!”
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1 Samuel 1:15
Ana respondió, “No, señor, no he bebido vino. Solo estaba hablando con Dios de mi tristeza.”
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1 Samuel 1:16
“No pienses que soy mala; simplemente estoy muy angustiada.”
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1 Samuel 1:17
Elí le dijo: “Ve en paz y que Dios te conceda lo que has pedido.”
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1 Samuel 1:18
Ana se fue y ya no estuvo triste; ella comió.
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1 Samuel 1:19
Elcana y Ana adoraron a Dios y regresaron a su casa. Dios recordó a Ana.
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1 Samuel 1:20
Ana quedó embarazada y dio a luz a un hijo, a quien llamó Samuel.
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1 Samuel 1:21
Elcana fue de nuevo a Silo a ofrecer sacrificios y cumplir su voto.
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1 Samuel 1:22
Ana no fue porque quería esperar hasta que Samuel fuera un poco mayor.
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1 Samuel 1:23
Elcana le dijo: “Haz lo que creas mejor. Quédate hasta que el niño sea destetado.”
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1 Samuel 1:24
Cuando Samuel fue destetado, Ana lo llevó al templo con una ofrenda.
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1 Samuel 1:25
Ofrecieron el sacrificio y llevaron al niño ante Elí.
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1 Samuel 1:26
Ana le dijo a Elí: “Soy la mujer que oraba aquí por este niño.”
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1 Samuel 1:27
“Dios me concedió lo que pedí.”
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1 Samuel 1:28
“Por eso ahora cedo a este niño a Dios para que sirva a Él por toda su vida.” Y Samuel adoró a Dios allí.